jueves, 2 de enero de 2025 06:04 www.gentedigital.es
Gente blogs

Gente Blogs

Blog de Javier Memba

El insolidario

La vanidad de los Duluoz

Archivado en: Cuaderno de lecturas, sobre "La vanidad de los Duluoz" de Jack Kerouac. Beat Generation.

imagen

            Kerouac coincidió con Balzac en un par de cuestiones: extraer la materia literaria de la propia experiencia y agrupar todas sus obras en un gran fresco. A excepción de la póstuma Pic (Granica, 1972), protagonizada por un niño negro, todas las novelas que el norteamericano concibiera entre La ciudad y el campo (Caralt, 1971) y Sartori en París (Losada, 1968) acabaron formando parte de una misma "comedia", a la que llamó "La leyenda de los Duluoz". La última entrega de ese gran retrato de su generación, que abarca la práctica totalidad de la narrativa de Kerouac, es La vanidad de los Duluoz, publicada en España por Anagrama en 1997, treinta años después de su primera edición estadounidense.

Leer texto completo »

Publicado el 1 de abril de 2012 a las 12:15.

añadir a meneame  añadir a freski  añadir a delicious  añadir a digg  añadir a technorati  añadir a yahoo  compartir en facebook  twittear  votar

El demonio de Faros

Archivado en: Cuaderno de lecturas, Alix, Jacques Martin, "El demonio de Faros"

imagen

            En esta ocasión, Alix y Enak se encuentran en la Alejandría de Ptolomeo XII. Su hija, Cleopatra, la futura mítica reina de Egipto, todavía está sin coronar -en la segunda viñeta de la página "5" se dice que el faraón es su padre-, pero nuestros héroes son portadores de un mensaje de César para ella.

            A buen seguro que los historiadores más escrupulosos tendrán que apostillar algo respecto a esta nueva incursión de Jacques Martin en el antiguo Egipto. Pero nadie podrá hacer el más mínimo reproche a ese afán de comprensión del pasado, que una vez más subyace en este otro gran maestro del cómic belga. Martin, además de no caer en el desatino de enjuiciar los días antiguos desde las perspectivas del presente -que no por se algo frecuente deja de ser tan desatinado como acusar a un sueco de ser un mal cubano-, dota a Alix de un espíritu mucho más próximo a la buena voluntad de nuestros días que al que debió inspirar en verdad a los jóvenes de su tiempo.

Leer texto completo »

Publicado el 30 de marzo de 2012 a las 06:30.

añadir a meneame  añadir a freski  añadir a delicious  añadir a digg  añadir a technorati  añadir a yahoo  compartir en facebook  twittear  votar

Minority Report y otras historias

Archivado en: Cuaderno de lecturas, sobre "Minority Report y otras historias" de Philip K. Dick

imagen

            Siempre me ha llamado la atención la preponderancia de los diálogos en las narraciones de Philip K. Dick, en gran medida articuladas en torno a lo que se dicen sus personajes. Las descripciones, disertaciones, elucubraciones y demás asuntos, que componen el armazón en otros relatos, en Dick se ven reducidas a su mínima expresión. Deduzco de ello un par de cosas: el menosprecio que el mundo académico dedica a este maestro de la ciencia ficción -al esponjar el texto los diálogos parecen restarle gravedad- y el desasosiego con el que Dick escribió todas esas páginas en las que el cine ha encontrado una inagotable fuente de inspiración.

            Contemplado de ordinario desde la perspectiva de la ficción científica, que no desde la contracultural, tiende así a olvidarse -a buen seguro que por la mala prensa que esas cosas tienen en nuestros días- que el escritor también fue un apóstol del otro lado de las Puertas de la Percepción y del LSD 25. Propenso al desequilibrio desde que nació, su prolongada toxicomanía acabó por horadarle el cerebro de forma irreversible. Emmanuel Carrèrre, su biógrafo, sostiene que en 1974, "tras los años de vagabundeo espantoso, el escritor tuvo una experiencia mística, y hasta el momento de su muerte se preguntó si era un profeta o el juguete de una psicosis paranoica, y si existía una diferencia entre ambos".

Leer texto completo »

Publicado el 23 de marzo de 2012 a las 10:15.

añadir a meneame  añadir a freski  añadir a delicious  añadir a digg  añadir a technorati  añadir a yahoo  compartir en facebook  twittear  votar

Oscuro como la tumba donde yace mi amigo

Archivado en: Cuaderno de lecturas, sobre "Oscuro como la tumba donde yace mi amigo"

imagen

            Texto póstumo, como Escúchanos, señor, desde el cielo, tu morada (1962), Oscuro como la tumba donde yace mi amigo fue compuesto partiendo de varios manuscritos del gran Malcolm y dado a la estampa por su fiel Margerie en 1968. Es decir, once años después de que La Parca se llevara a su autor a consecuencia de una mezcla fatal de antidepresivos y alcohol. Siempre he tenido el convencimiento de que esa asfixia que mató a Lowry mientras dormía, de la que hablan sus noticias biográficas, no surgió por generación espontánea.

Leer texto completo »

Publicado el 10 de marzo de 2012 a las 02:30.

añadir a meneame  añadir a freski  añadir a delicious  añadir a digg  añadir a technorati  añadir a yahoo  compartir en facebook  twittear  votar

Los relatos del gran Malcolm Lowry

Archivado en: Cuaderno de lecturas, sobre "Escúchanos, señor, desde el cielo, tu morada"

imagen

            Descubrí a Malcolm Lowry en 1984, gracias a un documental de Fernando Cobo. Hijo de un biógrafo mejicano de Lowry, Cobo tenía una vasta colección de fotografías inéditas del escritor con las que realizó un fotomontaje que ha quedado como uno de los cortometrajes más interesantes de los muchos que produjo Eduardo Campoy. Recuerdo especialmente una instantánea que mostraba a Lowry -ya hinchado por la priva- sujetándose los pantalones con la corbata anudada a la cintura. Junto al maestro, su fiel Margerie.

            Ardiente admirador de cuantos escritores malditos he tenido noticia desde los comienzos de mi experiencia como lector, me faltó tiempo para hacerme con una edición de Bajo el volcán (1947), dada a la estampa por Seix Barral en aquel año 84. La leí durante un viaje en coche a Atenas -a la manera de Kerouac- que hice en el año 85. Al volver, Lowry ya era mi alucinado favorito. Entre otras cosas, fui borracho por querer ser como él.

Leer texto completo »

Publicado el 5 de marzo de 2012 a las 12:15.

añadir a meneame  añadir a freski  añadir a delicious  añadir a digg  añadir a technorati  añadir a yahoo  compartir en facebook  twittear  votar

Los paraísos artificiales

Archivado en: Cuaderno de lecturas, sobre "Los paraísos artificiales" de Charles Baudelaire

imagen

                   Tengo la sensación de que el común de los lectores que se acercan a este texto lo hacen en busca de cierta apología que en modo alguno hace el autor. Antes al contrario, como cualquier persona con dos dedos de frente que se haya paseado por los paraísos artificiales, Baudelaire concluye que lo que hay es la realidad. Intentar evadirse de ella mediante los estupefacientes, no es más que una desatinada quimera.

                   Lejanas las gracias de la juventud, de vuelta ya de aquellos versos de Somebody to Love -la inolvidable canción de Jefferson Airplane que reza que la verdad es una mentira-, cumple convenir que era igualmente falso cuanto aguardaba al otro lado de las puertas de la percepción. La propia experiencia así vino a demostrarlo. Pero vayamos al texto que nos ocupa.

Leer texto completo »

Publicado el 31 de enero de 2012 a las 17:15.

añadir a meneame  añadir a freski  añadir a delicious  añadir a digg  añadir a technorati  añadir a yahoo  compartir en facebook  twittear  votar

El "Horla" y otros cuentos de crueldad y delirio

Archivado en: Cuaderno de lecturas, "El 'Horla' y otros cuentos de crueldad y delirio", de Guy de Maupassant

imagen

                   En su momento, en la primavera de 2000, guiado por un segundo acercamiento a la obra de William Hope Hodgson que no satisfizo el entusiasmo con que le descubrí en La casa del confín de la Tierra unas semanas antes, alumbré la peregrina teoría de que ningún autor merece la lectura de más de un libro. Tan incierta y desatinada como mi interés por cualquier otra ideología que no sea mi exacerbado individualismo, al concebir semejante majadería olvidaba el placer con que he frecuentado las páginas de Maupassant. Aunque suscribo aquello de Lovecraft de que Poe es "deidad y referencia de toda ficción diabólica", el francés es mi cuentista favorito.

Leer texto completo »

Publicado el 11 de enero de 2012 a las 10:30.

añadir a meneame  añadir a freski  añadir a delicious  añadir a digg  añadir a technorati  añadir a yahoo  compartir en facebook  twittear  votar

El Stradivarius perdido

Archivado en: Cuaderno de lecturas, sobre "El Stradivarius perdido" de John Meade Falkner

imagen

            Confundir la libertad con la velocidad y los coches con la independencia es algo tan de la juventud que a los cincuenta años me dejó gustar conducir por carretera. Todo ha sido gracia, como en el destino del cura rural de Georges Bernanos. Tras abandonar el volante en las rutas largas he vuelto a con agrado a las lecturas viajeras. La última fue la que me llevó a Gijón la pasada nochebuena. En ella puede dar cuenta de El Stradivarius perdido de John Meade Falkner. Número 37 de la colección Gótica de Valdemar, era un texto que me llamaba la atención desde que sus editores me lo obsequiaron gentilmente en el otoño de 2000.

Leer texto completo »

Publicado el 4 de enero de 2012 a las 17:30.

añadir a meneame  añadir a freski  añadir a delicious  añadir a digg  añadir a technorati  añadir a yahoo  compartir en facebook  twittear  votar

El fantasma de Cartago

Archivado en: Cuaderno de lecturas, sobre "El fantasma de Cartago"

imagen

                   Siendo Alix el héroe por antonomasia de la antigüedad clásica en el Noveno Arte, nada más lógico que la frecuencia con que sus aventuras tienen que ver con Cartago. Y sin embargo, aunque el joven paladín es todo un romano, su buena disposición para los cartagineses -los enemigos de Roma, también por antonomasia- viene a dar fe de que el espíritu de Jacques Martin -el impagable creador de Alix- dista mucho del de Edgar P. Jacobs. Sin entrar en otras consideraciones -alabado sea por siempre el nombre de Jacobs-, en Martin sería inconcebible esa criminalización maniquea de los tibetanos -en realidad trasunto del fascismo japonés que acababa de perder la guerra en el Pacífico- que Jacobs lleva a cabo El secreto del Espadón (1946), primera aventura de mis adorados Blake y Mortimer.

                   A la larga, dicha buena voluntad no es otra que la que inspira a Hergé, mentor de todos ellos, cuando hace que Tintín, a partir de su experiencia americana, se abra a los países que visita en lugar de liarse a mamporros como Obélix. Es curioso que los estalinistas y otros mentecatos de antaño tilden a Hergé de fascista. Quedémonos de momento con Alix.

Leer texto completo »

Publicado el 28 de diciembre de 2011 a las 03:45.

añadir a meneame  añadir a freski  añadir a delicious  añadir a digg  añadir a technorati  añadir a yahoo  compartir en facebook  twittear  votar

La esfinge de los hielos

Archivado en: Cuaderno de lecturas, sobre "La esfinge de los hielos", de Julio Verne

imagen

                   Me tiembla el pulso al venir a denostar a uno mis autores favoritos desde que sé leer: el Julio Verne que ya admiraba en las lecturas de mi infancia en aquellas ediciones de la Colección Historias, de la queridísima Editorial Bruguera, con 250 ilustraciones. Un capitán de quince años, A través de la estepa o El faro del fin del mundo fueron algunas de aquellas delicias que me cautivaron cuando empezaba a leer.

                   Por eso, ahora me apena apuntar que la única gracia que encontré a La esfinge de los hielos en mi lectura de julio de 2001 fue precisamente lo que me atrajo de ella: estar basada en Las aventuras de Arthur Gordon Pym, de Edgar Allan Poe. Siempre le pido a un texto algo más que lo que me magnetiza de él. Pero en este viaje extraordinario de Verne sólo encontré la más tediosa de las novelas que he tenido oportunidad de leer hasta ahora del francés.

Leer texto completo »

Publicado el 22 de diciembre de 2011 a las 22:00.

añadir a meneame  añadir a freski  añadir a delicious  añadir a digg  añadir a technorati  añadir a yahoo  compartir en facebook  twittear  votar

Javier Memba

Javier Memba

            Periodista con más de cuarenta años de experiencia –su primer texto apareció en la revista Ozono en 1978-, Javier Memba (Madrid, 1959) fue colaborador habitual del diario EL MUNDO entre junio de 1990 y febrero de 2020. Actualmente lo es en Zenda Libros. Estudioso del cine antiguo, en todos los medios donde ha publicado sus cientos de piezas ha demostrado un decidido interés por cuanto concierne a la gran pantalla. Puede y debe decirse que el setenta por ciento de su actividad literaria viene a dar cuenta de su actividad cinéfila. Ha dado a la estampa La nouvelle vague (2003 y 2009), El cine de terror de la Universal (2004 y 2006), La década de oro de la ciencia-ficción (2005) –edición corregida y aumentada tres años después en La edad de oro de la ciencia ficción-, La serie B (2006), La Hammer (2007) e Historia del cine universal (2008).

 

            Asimismo ha sido guionista de cine, radio y televisión. Como novelista se dio a conocer en títulos como Homenaje a Kid Valencia (1989), Disciplina (1991) o Good-bye, señorita Julia (1993) y ha reunido algunos de sus artículos en Mi adorada Nicole y otras perversiones (2007). Vinilos rock español (2009) fue una evocación nostálgica del rock y de quienes le amaron en España mientras éste se grabó en vinilo. Cuanto sabemos de Bosco Rincón (2010) supuso su regreso a la narrativa tras quince años de ausencia. La nueva era del cine de ciencia-ficción (2011), junto a La edad de oro de la ciencia-ficción, constituye una historia completa del género, aunque ambos textos son de lectura independiente. No halagaron opiniones (2014) fue un recorrido por la literatura maldita, heterodoxa y alucinada. Por su parte, David Lynch, el onirismo de la modernidad (2017), fue un estudio de la filmografía de este cineasta. El cine negro español (2020) es su última publicación hasta la fecha.  

 


 

          

 

Miniatura no disponible

 

Javier Memba en 2009

 

Javier Memba en 1988

 

Javier Memba en 1987

 

1996

 

 

Javier Memba en la librería Shakespeare & Co. de París

 

 

 

 

Imagen

 

 

COMPRAR EN KINDLE:

 

 

 


 

 

Enlaces

-La linterna mágica

-Unas palabras sobre Vida en sombras

-Unas palabras sobre La torre de los siete jorobados

-50 años de la Nouvelle Vague en Días de cine

-David Lynch, el onirismo de la modernidad en Radio 3

-Unas palabras sobre Casablanca en Telemadrid

-Unas palabras sobre Tintín en Cuatro TV

 

 

ALGUNOS ARTÍCULOS:

Malditos, heterodoxos y alucinados de la gran pantalla

Nuevos momentos estelares de la humanidad

Chicas yeyés

Chicas de ayer

Prólogo al nº 4 de la revista "Flamme" de la Universidad de Limoges

Destinos literarios

Sobre La naranja mecánica

Mi tributo al gran Chris Marker

El otro Borau

Bohemia del 89

Unos apuntes sobre las distopías

Elogio de Richard Matheson

En memoria de Bernadette Lafont

Homenaje al gran Jean-Pierre Melville

Los amores de Édith

Unos apuntes sobre La reina Margot

Tributo a Yasujiro Ozu con motivo del 50 aniversario de su fallecimiento

Muere Henry Miller

Unos apuntes sobre dos cintas actuales

Las legendarias chicas de los Stones

Unos apuntes sobre el "peplum"

El cine soviético del deshielo

El operador que nos devolvió el blanco y negro

Más real que Homeland

El cine de la Gran Guerra

Del porno a la pantalla comercial

Formentera cinema

Edward Hopper en estado puro

El cine de terror de los años 70

Mi tributo a Lauren Bacall

Mi tributo a Jean Renoir

Una entrevista a Lee Child

Una entrevista a William McLivanney 

Novelistas japonesas

Treinta años de Malevaje

Las grandes rediciones del cómic franco-belga

El estigma de La campana del infierno

Una reedición de Dalton Trumbo

75 años de un canto a la esperanza

Un siglo de El nacimiento de una nación

60 años de Semilla de maldad

Sobre las adaptaciones de Vicente Aranda

Regreso al futuro, treinta años después 

La otra cabeza de Murnau

Un tributo a las actrices de mi adolescencia

Cineastas españoles en Francia

El primer surrealista

La traba como materia literaria

La ilustración infantil de los años 70

Una exposición sobre la UFA

La musa de John Ford

Los icebergs de Jorge Fin

Un recorrido por los cineastas/novelistas -y viceversa-

Ettore Scola

Mi tributo a Jacques Rivette

Una película a la altura de la novela en que se basa

Mi tributo a James Cagney en el trigésimo aniversario de su fallecimiento

Recordando a Audrey Hepburn

El rey de los mamporros

Una guía clásica de la ciencia ficción

Musas de grandes canciones

Memorias de la España del tebeo

70 años de la revista Tintín

Ediciones JC regresa a sus orígenes

Seis claves para entender a Hergé

La chica del "Drácula" español

La primera princesa de la lejana galaxia

El primer Tintín coloreado

Paloma Chamorro: el fin de "La edad de oro"

Una entrevista a la fotógrafa Vanessa Winship

Una recuperación del Instituto Murnau

Heroínas de la revolución sexual

Muere George A. Romero

Un mito del cine francés

Semblanza de Basilio Martín Patino

Malevaje en la Gran Vía

Entrevista a Benjamin Black

Un circunloquio sobre la provocación

Una nueva aventura de Yeruldelgger

Una dama del crimen se despide

Recordando a Peggy Cummins

Un tributo a las yeyés francesas

La última reina del Technicolor

Recordando a John Gavin

Las referencias de La forma del agua

El Madrid de 1988

La nueva ola checa

Un apunte sobre Nelson Pereira dos Santos

Una simbiosis perfecta

Un maestro del neorrealismo tardío

El inovidable Yellowstone Kelly

Que Dios bendiga a John Ford

Muere Darío Villalba

Los recuerdos sentimentales de Enrique Herreros

Mi tributo a Harlan Ellison

La inglesa que presidió el cine español

La última rubia de Hitchcock

Unos apuntes sobre Neil Simon

Recordando Musicolandia

Una novelista italiana

Recordando a Scott Wilson

Cämilla Lackberg inaugura Getafe Negro

Una conversación entre Läckberg y Silva

El guionista de Dos hombres y un destino

Noir español y hermoso

Noir italiano

Mi tributo al gran Nicholas Roeg

De la Escuela de Barcelona al fantaterror patrio

Recordando a Rosenda Monteros

Unas palabras sobre Andrés Sorel

Farewell to Julia Adams

Corto Maltés vuelve a los quioscos

Un editor veterano

Una entrevista a Wendy Guerra

Continúa el misterio de Leonardo

Los cantos de Maldoror

Un encuentro con Clara Sánchez

Recuerdos de la Feria del Libro

Viajes a la Luna en la ficción

Los pecados de Los cinco

La última copa de Jack Kerouac

Astérix cumple 60 años

Getafe Negro 2019

Un actriz entrañable

Ochenta años de "El sueño eterno"

Sam Spade cumple 90 años

Un western en la España vaciada

Romy Schneider: el triste destino de Sissi

La nínfula maldita

Jean Vigo: el Rimbaud del cine francés

El último vuelo de Lois Lane

Claudio Guerin Hill

Dennis Hopper: El alucinado del Hollywood finisecular

Jean Seberg: la difamada por el FBI

Wener Herzog y la cólera de Dios

Gordad, el gran maese de la heterodoxia cinematográfica

Frances Farmer, la esquizofrénica que halló un inquietante sosiego

El hombre al que gustaba odiar

El gran amor de John Wayne

Iván Zulueta, arrebatado por una imagen efímera

Agnès Varda, entre el feminismo y la memoria

La reina olvidada del noir de los 40

Judy Garland al final del camino de adoquines amarillos

Jonas Mekas, el catalizador del cine independiente estadounidense

El gran Edgar G. Ulmer

La última flapper; la primera it girl

El estigmatizado por Stalin

La controvertida Egeria del Führer

El gran Tod Browning

Una chica de ayer

El niño que perdió su tren eléctrico

La primera chica de Éric Rohmer

El último cadáver bonito

La exnovia de James Dean que no quiso cumplir 40 años

Don Luis Buñuel, "ateo gracias a Dios"

La estrella cuyo fulgor se extinguió en sus depresiones

El gran cara de palo

Sylvia Kristel más allá de Emmanuelle

Roscoe Arbuckle, cuando se acabaron las risas

Laura Antonelli, la reina del softcore que perdió la razón

Nicholas Ray, que nunca volvió a casa

El vuelo más bajo de la princesa Leia Organa

Eloy de la Iglesia y el cine quinqui

Entiérralo con sus botas, su cartuchera y su revólver

La chica sin suerte

Bela Lugosi y la sombría majestuosidad de Drácula

La estrella de triste suerte

La desmesura de Jacques Rivette

Françoise Dorléac

Klaus el loco

Una hippie de los 70

Jean Esustache, entre la Nouvelle Vague y el ascetismo

Nadiuska, un juguete roto

Thea von Harbou

Jesús Franco

David Cronenberg

Sharon Tate, como en un cuento de Sheridan Le Fanu

Un guionista sediento

La reina del fantaterror patrio

Dalton Trumbo y los diez de Hollywood

La primera chica que arrojó una tarta 

El desdichado Hércules contemporáneo

En la tradición familiar

El músico del realismo poético

Otro tributo a la gran Patty Shepard

Elmer Modlin y su extraña familia

Las coproducciones internacionales rodadas en España

Marilyn Monrore y su desesperado último gesto

Un amor más poderosos que la vida

El actor atrapado en sus personajes

Entre el fantasma de su madre y el final del musical

Barbet Schroeder

Amparo Muñoz

Samuel Bronston más alla de Las Rozas

Chantal Akerman

Françoise Hardy 

Un antiguo dogmático

Jane Birkin

Anna Karina, su turbulento amor y el Madison

Sandie Shaw, ya con calzado

El gran Serge Gainsbourg

Entre la niña prodigio y la mujer concienciada

La intérprete de Shakespeare que inspiró a The Rolling Stones

La maleta del capitán Wajda

Val Lewton y su dramatización de la psicología del miedo

La alimaña de Whitechapel

Cristina Galbó

La caravana Donner

Eddie Constantine

Un nuevo curso del tiempo

Rosenda Monteros

Una criatura de la noche

Una carta a Nicolás I

Edison y el 35 mm

Barbara Steele

El felón Esquieu de Floyran acaba con los templarios

Entre Lovecraft y Hitchcock

Tchang Tchong Yen recuerda a Hergé

La musa del ciberpunk

Néstor Majnó

Una leyenda del Madrid finisecular

El rey de la serie B

La primera cosmonauta soviética

Cuando la injuria sucede a la fatalidad

Bajo Ulloa y sus cuentos crueles

La cicerone de los Stones en el infierno 

Nace Toulouse-Lautrec

El París del Charlestón se rinde a Josephine Baker

Nastassja Kinski, la dulce hija del ogro

Un tributo a Sam Peckinpah

La leyenda del London Calling

Fiódor Dostoievski frente al pelotón de fusilamiento

Mi alucinada favorita

El hombre de las mil caras

El 7º de Caballería pierde la gloria

Un recuerdo de Silke

El genocidio camboyano

Peter Bogdanovich

Guy Debord y la sociedad del espectáculo

Un héroe de Iwo Jima 

Lupe Vélez tras el último tequila sunrise

El general Lee

Roman Polanski

Un hampón italoamericano

Jane Fonda en su juventud

Kraken en la Cuesta de Moyano

Josef von Sternberg

The Beatles en The Carvern y en el show de Ed Sullivan

Que la tierra le sea leve a Douglas Trumbull

El último superviviente del hampa de Chicago

Inma de Santis

El Álamo

Una musa insumisa

El malvado Zaroff y un elogio a las revistas pulp

Miles Davis

Un polaco y el amour fou

La Legión extranjera como género literario

Conchita Montenegro

Peter Lorre y su cara de villano

El juez de la horca

Syd Barrett

Kathleen Turner

Una caricatura de la hombría

Eric Clapton

Helga Liné

Butch Cassidy

Carlos Arévalo, un cineasta español

Nace el último bohemio

Pascual García Arano

María Perschy

El Combray de Ingmar Bergman

Carlos Castaneda

Una canción de Neil Young

Un suicida dandi

Hedy Lamarr

Philip K. Dick y sus realidades bastardas

La última mujer fatal

Andréi Tarkovski, otro maldito por la censura soviética

Nace la música de la New Age

"Wie einst" Lili Marleen

Una lectura de Byron en Villa Diodati

Un apostol de la sedición juvenil

Ava en mi ciudad

Rider Haggard

Una entrada para la "Historia universal de la infamia"

La Marguerite Duras cineasta

Gallardo y calavera

El hombre que vendió su alma a Elizabeth Taylor

El crímen de Charlotte Corday

Un elogio entusiasta de la urbe

Un ángel caído

Mary Bradbury teme por su vida

Pierre Étaix y su triste gracia

El mejor verano de los Rolling

María Rosa Salgado y su conmovedora discrección

La valentía de Ramón Acín

Sylvie Vartan

La cruz de Malta de Wim Wenders

La epifanía de Louis Daguerre

Carroll Baker

Marie Laforêt y mi amigo Eloy

Eliseo Reclus atisba su quimera

Patty Pravo

Richard Pryor contra sí mismo

Miroslava, una actriz marcada por la fatalidad

France Gall y el doble sentido

Robert Bresson y el cine puro

La gesta de Alekséi Stajánov

Nace el Rimbaud del Rock & Roll seminal

Dominique Dunne, una filmografía que se quedó en el aire

Un actor vampirizado por un personaje

Tolkien publica El Hobbit

La segunda musa de Godard

John Dos Passos entra en la eternidad

Alain Resnais, el cine de la memoria

Una musa del filme noir

El cadáver de Nancy Spungen en el Chelsea Hotel

La historia de Bobby Driscoll

Un icono del feminismo

Recordando a Tina Aumont

Colgaron a Gilles de Rais

Dario Argento

Nico en el cine

Dylan Thomas en su último trance

Brigitte Helm

Un punkie en la Disney 

Nace Billy el Niño

The Wall

Tennessee Williams

Vivien Leigh

Kazuo Sakamaki salva la vida en Pearl Harbor

El proscrito de la Escuela de Barcelona 

47 hombres de honor

Charlotte Rampling

La incomunicabilità del gran MIchelangelo Antonioni

F. Scott Fitzgerald

Un pilar del cómic estadounidense

Juliet Berto

Erik, el fantasma de la Ópera

Una comedia francesa

Un pesimista alegre

Una mirada indolente a la derrota 

Sender en Casas Viejas

Kipling en su último momento

Los hermanos Marx

Puente sobre aguas turbulentas

Anouk Aimée

Mary Shelley

Quentin Tarantino

Neal Cassady 

Natalie Wood

La heterodoxia de Ermanno Olmi

Fu-Manchú

Stefan Zweig pone fin a sus días

 

 

 

 

 

 

EN TU MAIL

Recibe los blogs de Gente en tu email

Introduce tu correo electrónico:

FeedBurner

Archivo

Grupo de información GENTE · el líder nacional en prensa semanal gratuita según PGD-OJD